Aunque sí es bien cierto que hasta hace poco, a la hora de comprarnos un coche tan solo debíamos de preocuparnos por si nos convenía más un motor de gasolina o de diésel, actualmente la aparición de nuevos tipos de motores ha cambiado el paradigma en el mercada y ha creado muchas dudas a la población.
Es por ello, que desde Autodesguaces Elche queremos arrojar algo de luz sobre este tema, explicando qué modalidades de propulsores podemos encontrar para que escoger aquel que más se adapte a ti no sea un problema.
¿Qué tipos de motores existen hoy en día?
Debemos saber que, en término generales, podemos encontrar 4 grandes grupos: de gasolina, diésel, eléctricos y aquellos que funcionan con GLP o GNC. Como puede resultar algo confuso, a continuación te contamos sus características más destacadas para que los entiendas mejor tanto en funcionamiento, como en rentabilidad.
Motores de gasolina
Los motores de gasolina o, también conocidos como motores de cuatro tiempos, son aquellos propulsores que necesitan de una base termodinámica para funcionar. De esta manera, convierten la energía química en energía mecánica para realizar todos lo movimientos que necesitan. Pero…¿Cuáles son estos cuatro ciclos de funcionamiento? Te hacemos un breve resumen para que lo tengas en cuenta:
Fase de admisión. Al inicio del ciclo, la vávula de admisión se abre y permite que la mezcla del aire y el combustible se dirija hacia el interior de los cilindros.
Fase de compresión. En esta parte, la válvula se vuelve a cerrar y el pistón asciende para comprimir bien la mezcla anterior.
Fase de explosión.Donde las bujías crean una chispa que produce la explosión y los pistones vuelvan a bajar.
Fase de escape.Finalmente, la válvula de escape se abre y los pistones suben para empujar los gases quemados al exterior.
Motores de diésel
Hay que tener en cuenta que estos tipos de motores se emplean, sobre todo, en vehículos que necesitan de una buena potencia para ponerse en marcha, ya que están pensados para llevar una gran carga de peso. Por ejemplo, transportes industriales, de carga, maquinaria o medios aeronáuticos entre otros.
Aún así, es cierto que desde su invención en 1893, la tecnología ha avanzado muchísimo y se ha traslado también a vehículos particulares, habiendo incluso superado al número de coches con motores de gasolina en España.
Los motores diésel funcionan parecido a los anteriores y, ademas, su proceso se clasifica también en cuatro partes:
Fase de admisión. Se llena de aire y la válvula de admisión se encuentra abierta mientras el pistón baja hasta el punto muerto inferior.
Fase de comprensión. Aquí la válvula de admisión se cierra cuando el pistón llega al punto muerto y comienza el recorrido hasta el superior. De esta manera, lo que consigue es comprimir el aire que hay en el cilindro.
Fase de combustión. Gracias al inyector, el combustible se pulveriza dentro de la cámara, inflamándose al entrar en contacto con el aire caliente.
Fase de escape. Los gases que han sido quedamos se expulsan hacia fuera y el ciclo vuelve a empezar de nuevo.
Motores eléctricos
Estos son más antiguos de lo que piensas; sobre 1832, Robert Anderson creó un vehículo con motor eléctrico puro, capaz de transformar la energía eléctrica en energía mecánica gracias a campos magnéticos. Todo ello, sin necesidad de crear explosiones ni combustiones para reducir mucho más la contaminación.
No obstante, hoy en día cuando hablamos de vehículos eléctricos puros, nos solemos referir a los BEV o aquellos que funcionan con batería. Aún así, también existen otros tipos de motores de esta modalidad. Como los de FCEV que van a través de pila de combustible o los HEV y PHEV, más conocidas como híbridos y también capaces de enchufarse. Estos últimos, van alternando un motor eléctrico de imán con otro de combustión interna (gasolina).
Motores de GLP y GNC
Los motores de combustible GLP (gas licuado de petróleo) o GNC (gas natural comprimido) están poco a poco abarcando terreno en el sector automovilístico. Y es que muchos fabricantes de automóviles optan por comercializar versiones de sus modelos propulsados por este tipo de motores.
¿Por qué? Muy sencillo, cualquier de estas dos opciones aumenta la vida útil del motor al no crear tanto desgaste en los cilindros y depositando menos residuos en la máquina. Aún así, debemos tener en cuenta que todo tiene su lado negativo, ya que este sistema entorpece la lubricación y puede estropear las válvulas más pronto. Por lo que se necesitaría recurrir a la mecánica preventiva y a un buen mantenimiento de nuestros vehículo para llevarlo a raya.
Si aún cuidando mucho tu motor necesitas reemplazarlo, en Autodesguaces Elche contamos con una amplia gama de piezas de recambio para poder ayudarte a recuperar cualquiera de las partes de tu motor o el mismo propulsor.
No dudes en consultarnos por condiciones, nuestros expertos te ayudarán a encontrar lo que buscas para que todo vaya sobre ruedas.